Anmistía Internacional denuncia que más de 90 vuelos ilegales de la CIA despegaron de aeropuerto españoles o sobrevolaron el territorio nacional con presos hacia la base de Guantánamo, con la total permisividad del Gobierno
Un documento del Consejo de Seguridad Nacional desclasificado en 2003 revelaba que los principales objetivos de la CIA (creada por el presidente Harry S. Truman en 1947, y sin la cual no podríamos entender los siglos XX y XXI) son: “pagar sobornos; abrir frentes anticomunistas; subvencionar movimientos guerrilleros, ejércitos clandestinos, sabotajes, golpes de estado, asesinatos...”. Una historia desoladora (que esconde operaciones encubiertas en los cinco continentes, costando la vida a miles de personas) en la que España también participa, según denunció Amnistía Internacional en un informe titulado “Destinos inconfesables, obligaciones incumplidas”.
En este estudio, la ONG asegura (y documenta) que más de 200 detenidos en la base de Guantánamo llegaron en aviones de la CIA que habían despegado de bases españolas o sobrevolado el espacio aéreo nacional. En concreto, 90 vuelos ilegales desde 2002 con escala en 15 aeropuertos españoles, entre ellos, Palma, Tenerife y Vigo. Siempre con plena libertad de acción.
La autora de este estudio, Mónica Costa, pidió al Gobierno que estos hechos, ocurridos hasta 2007, no vuelvan a suceder. Pero ahí no termina todo. Lahcen Ikassrien, que estuvo tres años preso en Guantánamo, contó las torturas que había sufrido en la isla tras ser interrogado por policías españoles. “Cuando venían ellos me torturaban más”, dijo. Amnistía Internacional aseguró tener constancia de que, al menos en una ocasión (julio de 2002), policías españoles visitaron Guantánamo, donde vieron a 13 presos.
Unos hechos en los que la Audiencia Nacional ya se había fijado en junio de 2006, “gracias al impulso de los ciudadanos y los abogados que se habían querellado”. Por ello, Amnistía pide al Gobierno que colabore con la Audiencia en las investigaciones. Y, además, que garantice que los aviones de la CIA no sobrevolarán el territorio español, que en 2010 se revise el convenio de seguridad firmado con EE.UU., que no se permitan actividades extraterritoriales de la Policía y que se presione contra la tortura.
La CIA, una historia de operaciones secretas
Las operaciones secretas de la CIA han sido innumerables a lo largo de la historia. Algunas han permanecido fuera de la memoria colectiva, como los bombardeos contra Indochina (1958) para derrocar a Sukarno. Un auténtico fracaso. “Dijeron que Indonesia fue un fracaso, pero les dimos bien de hostias. Matamos a cientos de comunistas, aunque seguramente la mitad de ellos ni siquiera sabían lo que significaba el comunismo”, afirmo Pope, uno de los agentes que participaron en aquella operación, y que resume muy bien gran parte de lo que ha sido la historia dela agencia.
En la guerra contra el terrorismo de la era Bush, la CIA ha recuperado su licencia para matar o, como dijo un miembro de la organización,"se quitó los guantes". Eso se traduce en vuelos secretos, tortura de sospechosos o secuestros de ciudadanos en terceros países, entre un largo etcétera. Sin embargo, muchos dudan de la efectividad del servicio de inteligencia estadounidense. Robert Baer, ex miembro de la CIA, curtido en mil batallas y experto en Oriente Medio, lo tiene claro: “No sirve para nada, sólo para destruir la leyes internacionales”.
Un documento del Consejo de Seguridad Nacional desclasificado en 2003 revelaba que los principales objetivos de la CIA (creada por el presidente Harry S. Truman en 1947, y sin la cual no podríamos entender los siglos XX y XXI) son: “pagar sobornos; abrir frentes anticomunistas; subvencionar movimientos guerrilleros, ejércitos clandestinos, sabotajes, golpes de estado, asesinatos...”. Una historia desoladora (que esconde operaciones encubiertas en los cinco continentes, costando la vida a miles de personas) en la que España también participa, según denunció Amnistía Internacional en un informe titulado “Destinos inconfesables, obligaciones incumplidas”.
En este estudio, la ONG asegura (y documenta) que más de 200 detenidos en la base de Guantánamo llegaron en aviones de la CIA que habían despegado de bases españolas o sobrevolado el espacio aéreo nacional. En concreto, 90 vuelos ilegales desde 2002 con escala en 15 aeropuertos españoles, entre ellos, Palma, Tenerife y Vigo. Siempre con plena libertad de acción.
La autora de este estudio, Mónica Costa, pidió al Gobierno que estos hechos, ocurridos hasta 2007, no vuelvan a suceder. Pero ahí no termina todo. Lahcen Ikassrien, que estuvo tres años preso en Guantánamo, contó las torturas que había sufrido en la isla tras ser interrogado por policías españoles. “Cuando venían ellos me torturaban más”, dijo. Amnistía Internacional aseguró tener constancia de que, al menos en una ocasión (julio de 2002), policías españoles visitaron Guantánamo, donde vieron a 13 presos.
Unos hechos en los que la Audiencia Nacional ya se había fijado en junio de 2006, “gracias al impulso de los ciudadanos y los abogados que se habían querellado”. Por ello, Amnistía pide al Gobierno que colabore con la Audiencia en las investigaciones. Y, además, que garantice que los aviones de la CIA no sobrevolarán el territorio español, que en 2010 se revise el convenio de seguridad firmado con EE.UU., que no se permitan actividades extraterritoriales de la Policía y que se presione contra la tortura.
La CIA, una historia de operaciones secretas
Las operaciones secretas de la CIA han sido innumerables a lo largo de la historia. Algunas han permanecido fuera de la memoria colectiva, como los bombardeos contra Indochina (1958) para derrocar a Sukarno. Un auténtico fracaso. “Dijeron que Indonesia fue un fracaso, pero les dimos bien de hostias. Matamos a cientos de comunistas, aunque seguramente la mitad de ellos ni siquiera sabían lo que significaba el comunismo”, afirmo Pope, uno de los agentes que participaron en aquella operación, y que resume muy bien gran parte de lo que ha sido la historia dela agencia.
En la guerra contra el terrorismo de la era Bush, la CIA ha recuperado su licencia para matar o, como dijo un miembro de la organización,"se quitó los guantes". Eso se traduce en vuelos secretos, tortura de sospechosos o secuestros de ciudadanos en terceros países, entre un largo etcétera. Sin embargo, muchos dudan de la efectividad del servicio de inteligencia estadounidense. Robert Baer, ex miembro de la CIA, curtido en mil batallas y experto en Oriente Medio, lo tiene claro: “No sirve para nada, sólo para destruir la leyes internacionales”.
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