domingo, 23 de noviembre de 2008

¿”...esto es lo que ocurre cuando el hombre decide que Dios ha muerto”?

Hace algo más de un mes (9 de octubre de 2008), el semanario católico de información “Alfa y Omega”, que distribuye ABC en sus páginas, publicaba un reportaje bajo el título de “Ideologías letales... esto es lo que ocurre cuando el hombre decide que Dios ha muerto”. Ilustrando esta declaración de intenciones, el semanario católico incluía una fotografía (en la portada, que aquí podéis ver) en la que podía verse a un buen grupo de judíos hacinados en un barracón de, suponemos, alguno de los campos de concentración en los que los nazis encerraron, torturaron y mataron a más de 6 millones de personas. Es decir, la fotografía (con toda su crudeza: hombres completamente desnutridos, esqueletos vivientes, con los pómulos marcados, las mejillas hundidas, los ojos enormes y la cabeza rapada) como consecuencia del titular.


En este reportaje se intenta explicar a los lectores que desde la llegada de la Ilustración (que prima la razón humana sobre cualquier otra doctrina religiosa) hace aproximadamente tres siglos, muchos han sido los hombres que, por “prescindir” de Dios (y creyéndose Él, en consecuencia, como si por fuerza debiera existir uno), han llevado a cabo genocidios. Así dice la entradilla: “Maximiliano Robespierre nació hace 250 años. El hombre que dijo amar la libertad e intentar crear una sociedad justa de ciudadanos fue el responsable del primer genocidio moderno. Le siguieron muchos otros, con el denominador común, siempre, del intento de prescindir de Dios, en nombre de alguna ideología”. ¿No es increíble asegurar tal cosa en el siglo XXI?

O sea que, Hitler, Mussolini, Stalin, Franco... todos ellos llevaron a cabo miles de atrocidades por el simple hecho de haberse alejado del Señor. Aunque, realmente, no lo parecía. Recuérdense los continuos “Por Dios y la Patria” del caudillo de España. ¿No tendría que ver más con la catadura moral y la naturaleza despótica y terrible de dichas personas, independientemente de que creyeran o no en algún dios? De hecho, sólo basta mirar un poco alrededor para saber que hay católicos, musulmanes, budistas, sionistas o protestantes de una ética realmente despreciable. Al igual que los hay verdaderamente admirables. Obvio. Lo sé. Pero parece que el redactor de este reportaje, José Luis Orella, no lo tiene tan claro. Según él, todo alejamiento de la Iglesia por parte del Estado (asumiendo, por ejemplo, la educación, en manos de los religiosos desde hace siglos), sólo ha traído desgracias para el pueblo. Y pone, incluso, el siguiente ejemplo: “La instauración de la Segunda República y esencialmente la labor emprendida por Manuel Azaña fue la que más hizo por asemejar España al modelo francés anticatólico, causando de modo gratuito el ambiente de radicalidad que desembocaría en una guerra civil, como la sufrida en el siglo anterior por los franceses”.

O sea, que yo lo entienda, ¿Franco entró en España –un estado democrático donde el pueblo elegía a sus representantes- porque el gobierno de aquella época se acercaba al modelo anticatólico francés? ¿El “bueno” de Franco no tuvo más remedio que iniciar un golpe de Estado y una guerra por el “ambiente de radicalidad anticatólico” de la II República? ¿Fue ésta una guerra contra los herejes españoles? Pues yo, la verdad, no lo entiendo.

Sin embargo, me gustaría saber qué opina el señor Orella sobre la Inquisición, la Cruzadas o, sin ir más lejos, la actitud de Pío XII, quien mantuvo un total silencio y “neutralidad” ante el avance del nazismo y sus crímenes espantosos. Uno de los hechos documentados fue la deportación de judíos romanos en octubre de 1943. Camiones de las SS entraron al viejo gueto de Roma para concentrar a más de 1.000 hombres, mujeres y niños, en el Collegio Millitare, para luego embarcarlos en trenes hacia el norte. Pío XII rápidamente tuvo noticias del operativo, y hubo muchas presiones para que el Papa denunciara la deportación. Per qué pasó... que Pío XII guardó silencio. A medida que se acercaba la caída del nazismo se acrecentaron los reclamos, incluso dentro de la misma Iglesia Católica, sobre la complicidad de este Papa con el Tercer Reich.

¿Actuaron todas estas personas e instituciones (Inquisición, Cruzadas, Pio XII, etc.) en nombre de Dios y bajo la dirección de la misma Iglesia, o, por el contario, no son más que acontecimientos históricos que hay que entender en su contexto? ¿Dejaron todos estos hombres de creer en Dios, a pesar de que actuaban en su nombre? O peor aún, ¿hicieron todo eso por Él, pensando que así ennoblecían su doctrina y hacían de éste un mundo mejor, a imagen y semejanza de Dios?

¿Qué opina Alfa y Omega de imágenes como esta? ¿Aquí Dios no tuvo nada que ver?

3 comentarios:

  1. Incontestable... lástima que la mayoría sólo escuchamos o leemos lo que nos interesa.

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  2. Efectivamente, a la gente no le interesa saber qué piensan los demás.

    Mientras la sociedad va reduciendo la mayoría de edad poco a poco tenemos menos oportunidades de ser menos necios.

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  3. c-2952:03

    cuando la ignorancia habla se acaba ollendo que por que Franco era catolico Hitler y Musolini lo eran tambien.
    seguramente Musolini soltara muchas veces por dios y por españa

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