Curiosa e importante iniciativa la de los colectivos de inmigrantes, que han decidido pasar a la acción ante el continuo acoso de la policía... eso sí, con una cámara en vez de con una placa y unas esposas. Y es que, desde hace unos meses, los agentes (¿de seguridad?) recorren los barrios, las estaciones de metro y los intercambiadores de autobuses de Madrid a la caza de inmigrantes sin papeles... siguiendo, como no, las órdenes de sus superiores, que llegan incluso a premiarles con días libres dependiendo del número de ilegales que sean capaces de presentar en comisaría.
Carlos Rubio, el jefe superior de la Policía de Madrid, parece que está llevando a cabo el plan que anunció en su discurso de toma de posesión del cargo, el 31 de julio de 2008. Uno de sus objetivos principales, dijo, era combatir la inmigración ilegal por ser fuente de delincuencia. Y tanto que lo está intentando, aunque por medios más que dudosos.
Una noticia vergonzosa que sacó a la luz mi compañero Guillermo D. Olmo en el diario ABC hace ya unos meses, pero que, por desgracia, pasó desapercibida hasta que el resto de medios se hicieron eco de ella semanas después. Las autoridades policiales y políticas, como no podía ser de otra manera, lo han negado todo, pero las imágenes hablan por si solas.
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